“Me voy de México y sólo me llevo lo que es inajenable, el paisaje, la luz, los hombres, los monumentos, la vida misma, captados con la lente maravillosa de mi cámara y grabados en mi mente porque soy un enamorado y agradecido de México y porque esta tierra ha sido para mí una gran escuela”, afirmó el fotógrafo Leo Matiz, quien se vio obligado a dejar el país luego de una pelea con el muralista David Alfaro Siqueiros.
El fotógrafo, oriundo de Aracataca, Colombia, vivió en México de 1941 a 1947, periodo que le sirvió para agudizar su visión fotográfica, como solía relatar. Durante su estancia en este país, se relacionó con la comunidad artística e intelectual, la cual influyó directamente en su trabajo. Para conmemorar el centenario del nacimiento de Leo Matiz, el Antiguo Colegio de San Ildefonso presenta la exposición Leo Matiz: El muralista de la lente. A cien años de su nacimiento 1917-2017.
La exhibición está conformada de 81 fotografías en las que se muestra el influjo que tuvo en la composición de sus imágenes, el dibujo, la caricatura y la pintura, disciplinas que Matiz practicaba. Se expone la fotografía Pavo real del mar Santa Marta, Colombia, una de las primeras imágenes que Matiz capturó con una cámara pequeña que le regaló Enrique Santos Molano “Calibán”, periodista de El tiempo de Colombia.
“Era la foto que quería más. La tomó con una cámara pequeña que le regaló el abuelo del presidente Santos, que no quería que mi padre fuera caricaturista, sino que se dedicara a la fotografía. Antes de tomar la foto, sólo le quedaban dos tomas en su rollo, vio al pescador lanzar su atarraya, se metió al agua, tomó la foto y se sentó a desayunar con él. Cuando llegó a su casa reveló el rollo debajo de su cama, donde solía realizar el proceso ya que no tenía laboratorio, salió esa foto y se volvió loco”, relató Alejandra Matiz, hija del artista colombiano sobre la mítica imagen que se encuentra en el MOMA de Nueva York.
Ery Camara, curador de la exposición, afirma que el interés de Leo Matiz por las artes plásticas durante su estancia en México, tuvo un proceso interesante. “Leo Matiz entendió que debía forjar un vocabulario propio y cuando ve al niño, en lugar de tomar la imagen de pie, para que saliera la toma vertical, se agachó y la tomó en escorzo. El resultado fue una imagen donde se prolonga la figura del niño y se ve como un gigante”, señaló sobre Carcajada (1958), fotografía que se exhibe en la muestra.
El denominado ángulo “Leo Matiz” fue un precedente en la fotografía que propicia que la imagen se vuelva interesante, elocuente, señaló el curador, quien aseguró que el fotógrafo mexicano Gabriel Figueroa decía que nunca se le habría ocurrido tomar una foto que cortara las rodillas.
Bajo la lente de Leo Matiz, quedaron registrados memorables retratos de personajes que formaban parte de la vida artística mexicana y que influyeron en su trabajo. María Félix, José Clemente Orozco, Agustín Lara, Frida Kahlo, Jorge Negrete, Gabriel Figueroa, Miguel Covarrubias, Diego Rivera, Joaquín Pardavé, son algunas de las imágenes dotadas de intimidad y fascinación que se exhiben en Leo Matiz: El muralista de la lente.
José Clemente Orozco y Leo Matiz compartieron afinidades debido a su formación como caricaturistas y dibujantes. Durante su estancia en México, el fotógrafo colombiano forjó una gran amistad con el muralista mexicano, la cual se puede apreciar a través de las fotografías en las que Matiz logró retratar el lado humano y sonriente de Orozco.
La exposición finaliza con una secuencia en la que Matiz retrata el nacimiento del Paricutín, que el colombiano logró capturar de forma poética gracias al contraste. “Podemos entender la fuerza del chorro de lava gracias a la debilidad del árbol. El contraste es fantástico”, concluyó Camara.
Mina Santiago
Leo Matiz: El muralista de la lente estará abierta al público hasta el domingo 24 de septiembre de 2017 en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Consulta horarios de visita en www.cultura.unam.mx.